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Como trabajar la comprension lectora
Cómo mejorar la capacidad de lectura de un niño
La velocidad también es una parte importante del proceso de lectura. Perfetti (1985), en su Teoría de la Eficiencia Verbal, afirma que los lectores que carecen de procedimientos eficaces de identificación de palabras corren el riesgo de fracasar en la comprensión. Si los lectores son rápidos y precisos en la identificación de palabras, tendrán más recursos atencionales para dedicar a la comprensión de lo que están leyendo. Por lo tanto, la lentitud es también un problema adicional, ya que consume la memoria de trabajo y, por lo tanto, impide que el lector piense en el texto mientras lee. En consecuencia, la lectura lenta afecta especialmente a las frases largas, porque cuando el lector termina con las últimas palabras de la frase, ya ha olvidado las primeras.
Otro proceso importante de la fluidez lectora es la expresividad, o prosodia. Algunos autores definen la fluidez como la capacidad de proyectar el tono, el acento y la coyuntura naturales de las palabras habladas o del texto escrito de forma automática y a un ritmo natural (Richards, 2000), considerando igual la prosodia y la fluidez. Además, otros autores consideran que la fluidez está relacionada, no sólo con una prosodia adecuada, sino con una comprensión lectora profunda (Rasinski, 2004; Ravid y Mashraki, 2007; Hudson et al., manuscrito no publicado), la prosodia se convierte en un vínculo entre la fluidez y la comprensión (Kuhn y Stahl, 2003). Sin embargo, la dirección de la relación entre la prosodia y la comprensión no está clara.
Lectura comprensiva grado 6
Como se detalla en el documental, muchos profesores -y catedráticos de educación- desconocen la abrumadora evidencia de que la fonética sistemática es la forma más eficaz de enseñar a los niños a decodificar el lenguaje escrito. Aunque ha habido cierto rechazo, bastantes profesores que han escuchado el documental o un artículo de acompañamiento en NPR -o han leído el artículo de opinión del New York Times de la productora del documental, Emily Hanford- han expresado su consternación por no haber recibido nunca esta información como parte de su formación.
Pero apenas se ha hablado de los problemas aún más generalizados de la formación en la enseñanza de la comprensión. Es cierto que, en comparación con la fonética, los programas de formación de profesores suelen decir que cubren la comprensión lectora. Pero lo que los futuros profesores aprenden sobre la comprensión en esos cursos es peligrosamente inexacto.
Una de las razones es el influyente informe de 2001 del Panel Nacional de Lectura. El informe respaldaba cinco “pilares” de la enseñanza de la lectura, como la fonética, la conciencia fonémica, la fluidez y el vocabulario. El quinto pilar era la enseñanza de estrategias diseñadas para mejorar la comprensión, como aprender a resumir o hacer una representación gráfica de un texto. Aunque muchos educadores cuestionaron las conclusiones del informe sobre la fonética, aceptaron su respaldo a las estrategias de comprensión. En 2006, sólo el 15% de los programas de formación de profesores enseñaban comprensión. Diez años después, esa cifra había aumentado al 75%. En cambio, sólo el 62% dijo que cubría la fonética, y sólo el 37% parece cubrir los cinco “pilares”.
Leer
Seamos o no ávidos lectores, hay veces que leemos material de interés con ganas de aprender, pero acabamos cerrando el libro o saliendo del navegador sin recordar apenas el mensaje general, y mucho menos los puntos clave.
Puede ser relajante abrir un libro y leer sin pensar, pero cuando se trata de una lectura educativa, es importante trabajar conscientemente para recordar lo que se está leyendo. ¿Significa eso estudiar con ahínco y tratar de entender cada una de las palabras que tienes delante? No, eso es probablemente innecesario. Sin embargo, dedicar un poco de tiempo extra mientras lees para asegurarte de que entiendes el contenido que se está comunicando, o investigar rápidamente la definición de una palabra con la que no estás familiarizado, puede ayudar a mejorar la comprensión de la lectura y tu capacidad para dominar el material.
Ten un cuaderno cerca y toma notas físicamente. Anota lo que recuerdes de cada párrafo si lo necesitas, o simplemente céntrate en cada capítulo. Cualquier detalle que te llame la atención, anótalo en tus notas.
En lugar de ver la televisión o jugar con el teléfono, coge un libro difícil y subraya las palabras que no entiendas para poder buscarlas más tarde. Las investigaciones han demostrado que para llegar a ser un lector fluido es necesario que seas capaz de reconocer la mayoría de las palabras de una página “de vista”.
Organizador gráfico
¿Qué ayuda a los niños a entender lo que leen? La clave es ser un lector activo. Eso significa centrarse en el texto, cuestionarlo y tomar notas mentales. Puede trabajar estas habilidades con su hijo en casa. Utilice estos siete consejos para ayudar a su hijo a mejorar su capacidad de lectura.
Cuando los niños conectan lo que ya saben con lo que leen, les ayuda a concentrarse. Enséñele a su hijo a establecer conexiones cuando lea en voz alta. Si un libro menciona lugares en los que usted ha estado con su hijo, hable de esos recuerdos. Luego, haga que su hijo lo pruebe.
Hacer preguntas anima a los niños a buscar pistas en el texto. Cuando lean juntos, haga preguntas para despertar la curiosidad de su hijo. Pregúntale cosas como “¿Qué crees que pasará?” o “¿Cómo se siente ese personaje?”.
Visualizar ayuda a dar vida a una historia. Ahí es donde entran las películas mentales. Cuando leas con tu hijo, describe cómo es la escena en tu cabeza. Habla de cómo te hace sentir. También puedes utilizar otros sentidos. Por ejemplo, si la escena tiene lugar en el exterior, ¿a qué huele?